Pages
▼
Aug 31, 2012
Una Mujer Luchadora, La Voz de la Mujer: Virginia Bolten (2009)
http://www.taringa.net/posts/info/2268193/Una-Mujer-Luchadora_-Virginia-Bolten.html
UNA MUJER LUCHADORA, LA VOZ DE LA MUJER:
VIRGINIA BOLTEN
Investigación
por: Prof. Nora Usenky
Prof. Mariana Fontana
Dos profesoras de historia e investigadoras rosarinas, Nora Usenky y Mariana Fontana, ponen de manifiesto a través de una investigación el rol de la mujer en cuanto a lo social y político en 1900. Virginia Bolten, el sujeto de este trabajo, fue una trabajadora de la Refinería Argentina de Azúcar que participaba activamente para el anarquismo rosarino. El barrio Refinería vio desarrollarse estos movimientos y con ellos la figura de esta mujer combativa.
Las docentes, hablan de su trabajo de investigación, de las voces de las mujeres en aquella época, de las condiciones laborales, de la película que se va estrenar sobre la historia de Bolten basada en parte en el trabajo de estas investigadoras, aunque la productora del film, Esther Goris, se halla apropiado de las investigaciones, y de un escenario y un contexto que pintan las calles de Rosario.
Manifestación
El Rosario de finales del S. XIX y principios del S. XX ha sido eje de grandes manifestaciones y reclamos sociales en pos de mejores viviendas y condiciones laborales, tal cual lo refleja el cuadro de Antonio Berni, el fondo de la pintura la Refinería Argentina de azúcar. Las ideas anarquistas y socialistas venidas de Europa sedujeron al trabajador que enfundado en estas propuestas puso el cuerpo en los momentos difíciles de la ciudad y el país.
Caprichosamente la historia recuerda siempre a figuras masculinas en estos acontecimientos, cuando en realidad las mujeres eran plenas partícipes de estas revueltas protestantes. “Nuestro trabajo viene también a reivindicar a las mujeres luchadoras y explotadas de aquellos años”, expresa Nora Usenky
¿Cómo comienza su trabajo de investigación?
Nora:
A través del Post Título que hicimos en la UNR sobre Historia Social, comenzamos a vincularnos con el anarquismo en Rosario. Teníamos una asignatura que era historia Latinoamericana y allí se hizo referencia al anarquismo femenino y en particular en Rosario. Este fue nuestro disparador. Tuvimos una referencia que fue el periódico “La Voz De La Mujer”, que se editó en Rosario y Buenos Aires, y su eslogan era “Ni Dios, Ni Patrón, Ni Marido”. Fue sorprendente para nosotras que en 1896 una periodista publicase eso y en esa época donde la mujer prácticamente no tenía ni voz. Hoy ese periódico está guardado y cuidado en el Instituto De Historia Social de Ámsterdam (Holanda)
¿Por qué termina en Holanda ese Periódico?
Nora:
Hubo un investigador austríaco que se llamó Max Nettlau (Historiador – Anarquista) que se dedicaba a investigar periódicos anarquistas del mundo. Antes de producirse la Primera Guerra mundial recibe una oferta de este instituto de Ámsterdam para resguardar todo su archivo y así fue como termina todo allí. Por un lado mejor, aquí hubiera desaparecido.
¿Quién era Virginia Bolten?
Mariana:
Nació en San Luis pero creció y trabajó en Rosario, acá en refinería. Era una mujer que comenzó trabajando como aparadora de zapatos y luego en la Refinería Argentina de Azúcar. Fue una de las que arengó a la multitud que conmemoró el 1º de Mayo por primera vez en 1890 en la Plaza López, por entonces, Bolten, sólo tenía 20 años. Esto le costaría algunos momentos de prisión. No hay rastros de sus últimos años pero sabemos que fueron en Uruguay. Fundamentalmente fue una mujer luchadora y reivindicadora de los derechos laborales de la mujer.
¿Cómo fue su vida?
Nora:
Fue muy activa y no se quedó solamente en Rosario, sino que ella hacía campañas políticas en San Nicolás, Campana y Tandil por ejemplo. Durante el segundo gobierno de Roca (Julio Argentino / 1898 – 1904) se intentó frenar estos movimientos y se aplicaron la “Ley de Residentes” y la “Ley de Defensa Civil”, que en términos criollos si molestabas te expulsaban del país. A Bolten le aplicaron esta ley y la deportaron a Uruguay aunque ella no era uruguaya, y por su puesto volvió. Además debido a su actividad política la echan de la Refinería Argentina de Azúcar.
¿Qué denunciaba?
Mariana:
Mejores condiciones laborales para las mujeres. Por ejemplo las mujeres tenían que cargar, en la Refinería, las planchuelas de azúcar sobre sus caderas y esto les producía deformaciones. Entonces, una mujer dañada por estas causas en el momento de parir a un hijo tenían grandes dificultades y muchas morían.
Una anécdota de película
¿Cómo llega a contactarse con ustedes la actriz Esther Goris?
Nora:
A través de una entrevista que nos hizo Laura Vilches del diario La Capital. La idea de ella era tomar nuestro trabajo como referencia para hacer una película. Luego de varios contactos y charlas le enviamos nuestro informe, que lo tenemos registrado. Una vez que tuvo toda la información que necesitaba desapareció, nunca más nos llamó ni dio señales de vida. Lo que si sabemos es que la película se está terminando y el papel de Virginia Bolten lo interpreta Eugenia Tobal y Goris asumió otro papel para no salir de su identificación a Evita.
¿Nunca más se comunicaron?
Nora:
No, desapareció. Nosotras ubiéramos querido que por lo menos nos nombre.
Mariana:
No hace mucho estuvo en Tiene La Palabra (programa de TN) y se refirió sobre este tema y siempre lo hace en cada nota, como “según mis investigaciones”, cuando el trabajo se lo pasamos nosotras. Yo me hubiera conformado con que diga, ni siquiera nuestros nombres, sino que “hay dos investigadoras rosarinas que me dieron información”.
¿Continúan investigando?
Mariana:
Si nos queda saber como fueron sus últimos años en Uruguay, porque allí se produce un vacío de información. Nos comunicamos a Uruguay rastreando algunas pistas pero nadie parece conocer la existencia de Bolten.
¿Por qué creen que este tipo de investigaciones no salen en ningún lado?
Nora:
En general recién estos últimos años se ha encarado el estudio de la historia desde otra óptica, desde lo social, desde la vida cotidiana y ahora la historia del género, es decir la mujer en la historia. Además es reciente el hecho de contar la historia desde el lugar de los oprimidos. Por otra parte el rol de la mujer en los textos de historia que se dan en las Escuelas prácticamente no existe.
Ustedes que están tan involucradas con la historia de este personaje ¿Cómo creen que vería hoy Virgnia Bolten la realidad política actual, y que podría estar haciendo en estos tiempos?
Nora:
Pienso que por su actitud y sus actividades estaría ocupando un cargo público, ella era una mujer que buscaba organizar. Tampoco toleraría la mentira y la corrupción y denunciaría poniendo en juego hasta su cuerpo.
Mariana:
No creo que estuviera ocupando un cargo en el gobierno, la veo más cerca de los piqueteros.
Estas últimas dos posturas, lejos de ser contradictorias, reflejan la justa medida para construir un informe a través de dos miradas inteligentes, y que acertadamente reivindican el rol de la mujer, siendo ellas mismas también el resultado de su informe.
Este concepto de subordinación es lo que impide a la ideología anarquista crecer mas ampliamente y ser coherente con la teoría que históricamente propone, siendo pues una contradicción en el hacer, aunque no lo sea en lo teórico. Debemos analizar en profundidad si una ideología, si una forma de pensamiento, como es el anarquismo, no debe plantearse seriamente esta resquebrajadura de su pensamiento y tratar de paliarla, todas aquellas mujeres que se sientan personas iguales a otras y deseen luchar por incrementar y extender esta opción ideológica, que si analizamos la realidad y la historia, es la única vía de esperanza para esta sociedad caduca y desvalorizada. No proponemos que en el seno del anarquismo deba haber dos líneas diferentes de lucha, sino que las mujeres ácratas estén dispuestas a combatir por un planteamiento anarquista coherente, real y necesario, para poder presentar una alternativa valida a esta sociedad, y para ello, debe comenzar su lucha respecto a sus compañeros de pensamiento, tratando de reeducar a los hombres en la igualdad, minando en lo posible esa educación machista que los limita, somete y disminuye su libertad. Cuando proclamamos que luchamos por la libertad, por la justicia, por la igualdad, por la no-violencia y la no-autoridad, debemos comenzar por el análisis de nuestra vida cotidiana, de nuestras relaciones interpersonales y grupales y ver en que queda sometida nuestra amada ideología. Si miramos a nuestro alrededor y nos miramos a nosotros/a mismos/as, detectamos con un poco de tristeza y decepción que no integramos esos conceptos de igualdad, respeto, tolerancia y libertad del otro/a, porque nuestro concepto de emancipación, tal vez, comienza y termina en nosotros/as mismos/as, y ese es un punto de partida erróneo para un colectivo anarquista. El anarquismo abarca al colectivo humano y a los grupos que lo componen, es por esencia colectivizante y no individualista, el yo debe contraponerse al nosotros/as, y pensar y sentir que es más amplia mi libertad cuando más amplio la libertad de los/las que me rodean, y para ello debo pensar en el otro/a como un yo externo liberar con el mismo amor e intensidad con que lo hago con mi persona.
Si es esta la percepción de las personas que nos rodean, no se hace necesaria una lucha de mujeres por el anarquismo, pero en el caso corriente de que esto no exista, y de que lo que se manifieste sea una ilusión del autentico pensamiento ácrata, tal vez si se hace preciso reflexionar sobre la actitud que como mujeres debemos tomar para conseguir plantear una veraz ideología, coherente en sus pensamientos y en sus actos. Esta contradicción de igualdad sectaria que se da constantemente en la realidad que vivimos, debe partir de un planteamiento serio y critico del colectivo de mujeres anarquistas, haciéndose conscientes de que no luchan por la igualdad, porque en primer lugar deben luchar de la liberación de sus propios planteamientos machistas, por su emancipación de sus profundas ataduras como seres que se consideran de segunda línea, actuando constantemente con un rol aprendido, en donde se potencia y perpetua la incapacidad de los hombres por asumir y actuar como personas iguales al resto de las personas. La dinámica grupal anarquista adolece de un profundo sentimiento de solidaridad, en donde unos y otras deben vivir luchando cotidianamente por encontrar mas libertad y enfocar los ancestros educativos que hacen que nos manifestemos como seres diferentes, siendo en realidad parte integrante de una misma especie humana, deteriorada en el tiempo por intereses a nos a nuestras propias identidades. La interrogante se nos plantea de manera seria. ¿Que hacer, ante esta situación que dura ya demasiado tiempo? Pienso que para que podamos mostrar al mundo que somos una alternativa valida con esperanza de futuro, debemos comenzar viviendo como personas de igualdad, con las diferencias y originalidad propias que son consustanciales al ser pensante, debemos pensar y creer que somos primeramente seres racionales y después seres sexuados, y que esta característica es secundaria y entra dentro de las diferencias múltiples que como individualidades poseemos. Ello implica ir en busca de aquello que nos identifica como iguales y de ahí aceptar las diferencias. Nuestra igualdad viene de ese tronco común de los hominidos que nos genera a través de la evolución en seres racionales; las diferencias son características genéticas y ambientales, que nos modulan y presentan como personalidades distintas capaces de enriquecer y recrear el mundo en que vivimos.
Las mujeres libres debemos luchar por la emancipación de los hombres para que alcancen la libertad, porque la historia nos evidencia que los hombres libres, en sus luchas por la emancipación, siempre han desestimado al colectivo de mujeres y su emancipación, haciendo de la búsqueda de la libertad, la autonomía y la igualdad un combate sectorial, pensando que en su batalla ya nos encontrábamos incluidas las mujeres, sin darse cuenta de que nadie debe luchar por una mujer, como nadie debe luchar por otro hombre; el planteamiento en si es discriminatorio, y por él las mujeres libres no toman la iniciativa, no plantea nuevas formas de convivencia, no enarbolan la bandera de los derechos humanos, como si pensasen que ello pertenece a los hombres, cayendo así en una aceptación falaz de considerarse inferiores al resto de sus compañeros masculinos. La lucha debe hacerse desde ambos sectores, tratando de encontrar la identidad, el punto común que estimula a ambos colectivos en un objetivo común, pero hasta ahora ese objetivo no existe y no existirá mientras las mujeres tengan que seguir manteniendo un doble campo de batalla, uno para conseguir la igualdad con el colectivo de hombres y otro para la emancipación del genero humano. Eso, entre otras muchas cosas, menoscaba fuerzas y hace mucho menos efectiva cualquier alternativa, lo cual favorece al sistema que siempre ha potenciado las divisiones para evitar que se produzca una unificación de fuerzas contra una situación social concreta. Si tenemos en cuenta que todos los sistemas políticos han mantenido esta constante de la inferioridad de la mujer para conseguir perpetuarse, debemos pensar que le es útil para sus propósitos, pero ¿ qué sucedería si realmente las dinámicas grupales cambiasen mostrando una convivencia de igualdad? ¿No seria posible que esa estructura también tejida se encontrase desequilibrada y por lo tanto en situación de debilidad? Debemos pensar en ello, y debemos sobre todo clarificarnos, y saber si cuando nos denominamos anarquistas, somos realmente aquello que decimos o simplemente entre los apelativos existentes hemos escogido ese, porque nos es mas atractivo. Lo peor que le puede suceder a la ideología anarquista es mostrar en la practica que sus planteamientos son ineficaces e inexistentes, ello no genera credibilidad y a los que defendemos la opción nos hace involucionar, ya que si no avanzamos, indudablemente nos quedamos anclados/as en el pasado, sin posibilidades de futuro. Nuestra sociedad se encuentra vacía de alternativas. La nuestra es valida, porque todavía no se ha demostrado lo contrario. Pero debemos ser sinceros/as y comenzar a vivir como decimos pensar, porque de lo contrario, y es lo que esta sucediendo, deterioramos una ideología y terminamos viviendo con ese deterioro contra el cual actuamos. El esfuerzo es conjunto. Mujeres y hombres debemos recrear la convivencia.
Tenemos el deber de demostrar que aquello que creemos es en verdad posible, porque comenzamos a vivir con una idea de colaboración, considerando las amplias diferencias que nos separan, para poder educarnos conjuntamente e ir en busca de una
emancipación común, porque las discriminaciones sectoriales las hemos enviado al pasado, sofocándolas por la realidad que debemos comenzar a vivir, sabiendo quienes somos, como somos y que deseamos conseguir.
Tomado de LA ASAMBLEA 12-13, boletín
de la Asociación Pedagógica PAIDEIA de Mérida, España
No comments:
Post a Comment