http://www.mujerescreando.com/pag/articulos/2007/ponenicasexiliadas.htm
Entre el norte y el sur no
hay un oeceano,
sino un basurero lleno de prejuicios
sino un basurero lleno de prejuicios
María Galindo
Mujeres Creando
Mujeres Creando
Introducción: “no hay lucha sin palabra”
La lucha por definir las cosas no es una propiedad de
académicos, es profundamente política porque ahí nos jugamos no
las palabras, sino la mirada sobre nosotras mismas.
Es una lucha política porque se juegan en ella muchas veces la
constitución misma de los sujetos sociales y su ubicación en las
sociedades.
Esto pasa además por la necesidad de poner en cuestión las
definiciones eufemísticas y neutrales que se fabrican en las
oficinas de tecnócratas del Banco Mundial y company para
desdibujar las realidades sociales de los pueblos y de los
sujetos sociales. Esa habilidad no académica, sino tecnocrática
es un ejercicio de poder que deriva definitoriamente en formas
de control, interpretación y posteriormente en una serie de
recetas somníferas de “desarrollo” que nuestros continentes del
sur han tragado en circulares y viciosas décadas. Recetas
recicladoras de relaciones post y neo coloniales entre el norte
y el sur del mundo.
Es así que indígenas, maricones, lesbianas, putas, mujeres
viejas, mujeres pobres, endeudadas e insolventes, jóvenes y más
miran con escepticismo las palabras que desde la mirada del
poder los define como ciudadanos y buscan y buscamos en una
pugna política de palabras las formas de nombrar, nuestros
vicios, nuestros amores, nuestras luchas y nuestro lugar en las
sociedades. Nombrar lo que somos porque desde nuestra mirada la
democracia occidental liberal cierra todas sus puertas y no solo
devuelve exclusiones, sino perversamente también usa meras
ilusiones de participación para cerrarnos la puerta. Nombrar lo
que somos para formular sueños y propuestas de cambio que no
sean ni frías recetas, ni retórica de derechos, ni populismo
barato. Nombrar lo que somos para desatar el terno[1]
del Estado neoliberal del sur y el terno del Estado de Bienestar
del norte.
Desde esa postura
política impugnamos pues los apelativos que reciben esas masas
de gentes que se van de su tierra de nacimiento hacia el norte
del mundo.
Se les llama migrantes; suena correcto, suena limpio, suena
neutral y suena inocuo. Pareciera que no hubiese otra manera ni
de mirarles, ni de nombrarles.
Se sacan desde esa “blanca” pulcritud leyes de migración,
políticas de migración y se calculan al calor de ese rotulo las
rentabilidades de la ilegalidad, de la desesperación y de la
persecución de esas masas de gentes.
Impugnamos ese término correcto, limpio y neutral que a
nosotras nada nos dice y que todo oculta sin levantar sospecha,
ni señalar responsabilidad.
Nosotras hablamos de
exiliadas del
neoliberalismo
y vamos a pasar a explicar por qué se trata de
una categoría socioeconómica que nos permite profundizar en la
comprensión de esta condición que viven miles y miles de
bolivianas.
Decimos que esta categoría profundiza y enriquece la comprensión
porque recupera simultáneamente tres dimensiones fundamentales y
paralelas para comprender la situación de cada una de las
mujeres que se va en calidad de “migrante, exiliada”.
Estas tres dimensiones son:
-
el sexo, es decir las mujeres, como un dato no indiferente y que ni puede ser subsumido en el “universal” masculino, ni menos aun reducido a un dato biológico sin trascendencia socio-politica.
-
el sistema politico-economico en el que buscan formas de sobrevivencia, es decir el neoliberalismo.
-
y la relación con estas mujeres por parte de los Estados, es decir el exilio por el sentido de expulsión que es intrínseco e indisoluble a estos procesos “migratorios” que hoy vemos en nuestros aeropuertos .
El mundo a la medida del sujeto
“universal”:
En las ciencias sociales y en las ciencias humanas el sujeto
universal androcentrico no ha sido puesto en cuestión, sino
únicamente por el pensamiento feminista.
Empecemos por decir una vez más que el “sujeto universal” no es
el ser humano, ni tampoco el individuo sino que es el varón,
blanco, heterosexual, monógamo, católico, sano, inversionista,
del norte. Es el padre erigido como “representante político” y
cabeza de la familia nuclear y a partir de esa representación
este sujeto degluta además dentro de sí a la familia como núcleo
humano básico. Por eso es que las categorías de madre o hija se
convierten en desaparecidas, en seres particulares y funcionales
a la familia o en el mejor de los casos se convierten en
específicidades innecesarias de ser nombradas, ni de existir
como categorías sociales. De esta misma manera “el hijo”
adquiere una doble importancia pero al mismo tiempo se convierte
en un depositario automático de los intereses del padre. Por
esta doble representación es que cuando se nombra los intereses
de la familia, se esta una vez más nombrando al “padre” y
omitiendo a la esposa y la o las hijas o funcionalizando a todos
y todas quienes forman parte de ese núcleo a los intereses,
valores y visiones del “padre”.
Este sujeto androcentrico representante político de la familia,
es además el dueño absoluto del mundo público, tanto del mundo
de la economía en lo que se entiende por “economía productiva”
como del mundo de lo que se entiende por “política” que es el
derecho de decidir por y sobre los y las demás subalternos.
Al constituirse en el eje social único se constituye además en
la medida y el parámetro ordenador de las relaciones sociales.
Por eso es que partir de este sujeto universal que no es neutral
y que implica valores e intereses particulares al varón blanco
de patrón colonial tiene consecuencias graves en el análisis
social.
Estas consecuencias son muchísimas y en último término implican
la reconstrucción de toda la teoría social de principio a fin.
Pero para llegar a nuestro sujeto que es “la exiliada del
neoliberalismo” analizaré únicamente aquellas consecuencias que
se derivan de la división esquizofrénica entre mundo público y
mundo privado que implican al sujeto androcentrico.
Esta división significa sintéticamente:
-Dejar fuera del análisis todo el conjunto de relaciones donde
se cultivan los afectos. Por ello es que procesos de divorcio,
bigamia, matrimonio impuesto o comprado, etc. quedan fuera del
análisis social. Sin embargo, ante nuestros ojos vemos todos los
días como la migración de las mujeres del sur está movida por
estos procesos y marcada también por ellos tanto en su vida en
el norte como en su partida del sur. Por ejemplo a través de la
“oferta” de esposas dóciles atractivas y jóvenes para hombres
del norte, esposas que puedes comprar vía Internet, esto sólo
para citar un ejemplo.
-Dejar fuera del análisis el mundo privado que es donde se
desarrolla el trabajo de crianza de los niños y niñas y su
inserción social. Por eso maternidad y paternidad quedan
encerrados dentro de la casa y fuera del alcance del análisis
social. Para citar tan sólo un ejemplo de las estadísticas
recogidas por nosotras al menos 7 de cada 10 mujeres que se van
han asumido de manera solitaria su maternidad o como hermanas
mayores asumen la responsabilidad materna y paterna sobre
hermanos y hermanas menores. Esa responsabilidad resulta siendo
una motivación fundamental en los procesos migratorios.
-Dejar fuera del análisis social el trabajo domestico gratuito
que realizamos las mujeres madres y esposas dentro el universo
“familiar”, para seguir calificándolo como no trabajo y seguirlo
apartando de los parámetros de productividad y bienestar.
Estas tres omisiones que se realizan desde un análisis social
“patriarcal” no nos permiten entender el núcleo de los procesos
de migración de las mujeres del sur del mundo, ni en sus
motivaciones y búsquedas , ni en su reacomodo en las sociedades
del norte. Por eso nos hemos planteado como primera tarea la
necesidad de romper con este sujeto “universal” y los supuestos
teóricos y metodológicos que lo constituyen, nos hemos abierto
al conjunto de elementos que el mundo privado nos aporta para la
comprensión de estos procesos y a partir de ese ejercicio es que
llegamos a la caracterización de las mujeres migrantes como
“exiliadas del neoliberalismo”.
La maleta de
la que se va:
las causas y
contenidos de la “migración”
La familia: “ se esta
disgregando la familia boliviana”
El Cardenal boliviano Terrazas aprovecha los domingos en que no
tiene tema, para hablar sobre la migración como causa de
destrozo de la familia boliviana.
Yo que intento colocarme fuera del alcance de esos mensajes
recibo igualmente la frasesita porque investigadores sociales,
comunicadores y más se dedican a repetirla. Entonces me sonrío,
porque puedo afirmar que la propia estructura de la familia
boliviana resulta ser expulsora de la “hija” mayor, que la
estructura misma de la familia boliviana resulta ser permisiva
con la irresponsabilidad paterna y usufructuadora de todas las
formas de trabajo de las mujeres que la componen desde el
trabajo domestico que recae en un 100% en sus espaldas como
hijas o como madres, hasta su trabajo de sobrevivencia en la
economía informal.
En ese contexto hay una pregunta elemental e insoslayable
¿quienes son en la familia las mujeres que se van?
Nosotras hemos hallado tres personajes centrales que son quienes
asumen la decisión de migrar:
-
La madre abuela que asume responsabilidad de crianza y sostenimiento sobre nietas y nietos
-
La hija madre que asume responsabilidad de crianza o responsabilidad económica sobre hermanos y hermanas
-
La madre soltera que asume responsabilidad económica frente al niño o niña por abandono paterno.
Estos tres personajes tienen como punto en común su condición de
asumir responsabilidad solitaria sobre niños y niñas que forman
parte de la familia.
Tienen en común “la irresponsabilidad paterna” dentro de ese
mismo núcleo familiar. Sea porque los hombres están en situación
de bigamia y han abandonado las responsabilidades económicas,
sea porque el desempleo de los mismos si resulta ser un
justificativo públicamente aceptable para no asumir su
responsabilidad económica, cosa que en las mujeres no es así
puesto que ellas están dispuestas a llevar sus lógicas de
sobrevivencia del espacio privado al publico y así garantizar la
sobrevivencia de todo el núcleo.
Estos tres personajes dentro de “la familia” nos permiten
dibujar una primera causalidad existencial vinculada a la
migración; es la irresponsabilidad paterna.
Claro que no es una causalidad ni lineal, ni única sino que
forma parte de una complejidad de elementos pero que no pueden
ser soslayables.
Señalarla como una de las causalidades nos permite identificar
tres consecuencias fundamentales: la primera es que aquello por
poco que sea que estas mujeres consigan no es para ellas ni en
función de ellas sino de un tercero que tendrá garantizada su
sobrevivencia. Segunda, ellas llevan una presión doblemente
fuerte en su proceso migratorio puesto que asumen una
responsabilidad por un tercero. Esta presión que deriva en la
desesperación las coloca en una posición de vulnerabilidad en su
búsqueda de trabajo y en su relacionamiento con la sociedad del
norte donde han decidido migrar. No es simplemente que no
conocen los códigos del sitio donde van, sino que están
dispuestas a cualquier cosa porque su inquietud raya los limites
de la sobrevivencia, una sobrevivencia que en la sociedad de
origen, es decir la sociedad boliviana en este caso, ya no han
podido garantizar (esto lo analizaremos en detalle más
adelante). La tercera consecuencia muy importante es el
sentimiento de “abandono” y “culpa” con el cual ellas parten,
puesto que su rol lo entienden como materno y eso implica no
solo garantizar económicamente la sobrevivencia de sus hijos e
hijas sino la crianza. El sentimiento de delegar la crianza en
una tercera que muchas veces es la abuela, una tía, etc. las
coloca en una situación de culpabilidad por “abandonar” a sus
niños siendo que ellas garantizan todo para ellos, ellas y sus
madres sustitutas.
Entender esta situación que es económica y que es social por el
control social que la rodea y que es existencial porque la mueve
de una determinada manera es un esfuerzo por sacar al sujeto de
la cifra, reconocerla como sujeto y además entender la
complejidad de la situación en la que se encuentra. Esto implica
metodológicamente romper con la mirada vertical que desde las
estadísticas nos indica que el 58%[2]
de la migración mundial esta constituida por mujeres.
Efectivamente así es, lo importante es desentrañar que cosa
significa eso y cuales son los contenidos propios a un proceso
migratorio protagonizado por mujeres.
¿Endeudadas o exiliadas del
neoliberalismo?: responsabilidades políticas
la calle es mi casa sin marido,
mi trabajo sin patrones,
mi salón de fiesta colorido
Los efectos de hambre que el neoliberalismo sembró en nuestro
continente fueron asistidos y paliados en cuerpo y alma por las
mujeres. Esta claro que fueron los ejércitos de mujeres que
salieron a las calles, montaron una economía informal de
sobrevivencia y con ello se constituyeron en el colchón que
amortiguo los efectos del ajuste estructural dictaminado por el
Banco Mundial en nuestras sociedades. Ajuste estructural que
marcó el ingreso del neoliberalismo en nuestro continente.
Ellas pudieron asumir espontáneamente esta actitud porque jamás
se sintieron en este proceso desempleadas, porque nacieron en la
condición de servidumbre y trabajo gratuito que implica ser “ama
de casa”, ellas tampoco pensaron, ni racionalizaron el lugar que
con los años llegaron a ocupar dentro de nuestras economías. Es
ese tejido el que ha crecido en nuestras sociedades de manera
ininterrumpida, el que ha permitido la sobrevivencia, el
abaratamiento del costo de vida y la generación de estrategias
creativas que no han pasado por el Estado y que no han demandado
del Estado nada. Al punto que hoy vivimos en la sociedad
boliviana una pugna entre economía informal y Estado, una pugna
entre espacio público y gobiernos municipales que es cotidiana.
En ese contexto la introducción del microcredito ha sido una vía
super rentable para los organismos internacionales y las oeneges
y cómoda para los gobiernos para darle respiración artificial al
neoliberalismo.
El microcredito ha sido rentable porque ha hecho de la pobreza
una fuente de generación de 40% anual de interés sin tener que
pagar sueldos, beneficios sociales, ni montar infraestructura
social, ni productiva de ningún tipo.
Las mujeres prestatarias han sido las protagonistas de ese
proceso, el 70% de los y las prestatarias del país son mujeres.
Constituyen no solo el porcentaje más alto, sino el público
meta, porque en boca de los propios gerentes son las más
disciplinadas pagadoras de sus deudas y las más efectivas
administradoras de ese dinero.
Sin embargo, la economía informal tiene también un limite de
crecimiento.
Hoy en ciudades como La Paz, Oruro o Cochabamba no cave ya nadie
más, ni un puesto de jugos, ni una vendedora ni de pan, ni de
fruta, ni de ilusiones, ni siquiera una pequeña caja para
lustrar zapatos.
Al mismo tiempo esta usura bancaria ha derivado en graves
procesos de insolvencia por parte de las prestatarias, procesos
que han hecho que las deudas sean simplemente impagables.
Es por eso que el endeudamiento vía microcredito resulta siendo
también una de las causalidades económicas de la migración. De
la investigación de campo realizada por nosotras el 100% de las
mujeres entrevistadas en Madrid y Barcelona o habían migrado por
causa de una deuda de microcredito o habían contraído la deuda
para poder solventar el viaje.
Es irónico pues el microcredito esta escrito en letras de oro
entre las estrategias de la cooperación internacional como una
de las recetas incuestionables de lucha contra la pobreza.
Nosotras podemos afirmar sin temor a equivocarnos que es causa
de migración y que la causa de migración reside definitivamente
en que se convierten a mediano plazo en deudas impagables dentro
de las economías del sur.
Una migrante endeudada en los términos formales o una exiliada
del neoliberalismo en nuestros términos es doblemente rentable
para el sistema financiero internacional; primero porque paga
disciplinadamente sus cuotas, segundo porque además de pagar su
deuda al mandar las remesas llega a pagar intereses tan altos
vía comisiones de envío mas vía de intereses, que tenerla de
“clienta” es un negocio como el de la gallina de los huevos de
oro.
Frente a cada migrante endeudada la mirada solo apunta al
calculo de rédito que se le puede sacar a quien ya lo ha perdido
todo y no tiene apoyo alguno de protección de sus derechos. La
migrante endeudada es altamente rentable, de ella es
beneficiario el sistema financiero internacional y no al revés.
Resulta también ser muy útil a los fines de las políticas de
cooperación internacional. En los hechos además la ilegaliza y
la expulsa quien allí mismo la lleva. ¿ Si esto no es exilio,
entonces que es?
Solo como ejemplo que nos permita colocar la ironía en las
dimensiones que tiene es importante poder comparar las carteras
de microcredito de la cooperación internacional con el
porcentaje de las carteras de cooperación en salud o educación.
Solo en el año 2004 la Unión Europea que ahora ha señalado la
obligatoriedad de visa para la entrada de bolivianos y
bolivianas a sus países tenia una cartera de 12 millones de
euros para microcredito y tanto menos para otros rubros de
cooperación.
Económicamente estas mujeres son una verdadera ganga tanto para
los Estados del sur como para los Estados del Norte.
En el norte resultan mano de obra barata que sube la calidad de
vida de quienes si son considerados ciudadanos, en el sur las
remesas resuelven un problema que ninguno de los Estados
expulsores es capaz de afrontar.
En Bolivia concretamente las remesas constituyen el cuarto
ingreso en importancia.
Primero están los hidrocarburos, segundo esta la minería, tercero esta la agroindustria y cuarto las remesas. La virtud de las remesas a diferencia de los otros ingresos es que tienen un carácter de distribución que no es comparable con ninguno de los otros rubros que en su mayor parte o se concentran en las elites oligárquicas del país o fugan al exterior vía banca privada. Las remesas entretanto pagan vivienda educación y alimentación de cientos de miles de bolivianos y bolivianas que de otra manera no tendrían como enfrentar ninguno de esos gastos.
Primero están los hidrocarburos, segundo esta la minería, tercero esta la agroindustria y cuarto las remesas. La virtud de las remesas a diferencia de los otros ingresos es que tienen un carácter de distribución que no es comparable con ninguno de los otros rubros que en su mayor parte o se concentran en las elites oligárquicas del país o fugan al exterior vía banca privada. Las remesas entretanto pagan vivienda educación y alimentación de cientos de miles de bolivianos y bolivianas que de otra manera no tendrían como enfrentar ninguno de esos gastos.
Aparte de ello políticamente las remesas son un ingreso en la
economía boliviana que no implica un factor político de poder,
todos los otros rubros están organizados en cámaras de comercio
que imponen políticas estatales de inversión, fiscales, etc. en
vez las remesas son fruto del silencioso, negado e
invisibilizado trabajo de las mujeres. Tanto las condiciones de
endeudamiento de las mujeres como las condiciones de envío de
remesas no han sido sujetas a análisis económico ninguno dentro
el gobierno de Evo Morales, esto no solo deja intactos
mecanismos de explotación del neoliberalismo, sino que nos hace
sospechar que no hay ninguna política económica que tenga la
intención fundamentada de plantear cambios en ese sentido.
Esto convierte el discurso anti-neoliberal de este gobierno que
tanta expectativa mundial ha abierto en retórica antineoliberal.
Con las mujeres que cargan con una importante cuota de la
sobrevivencia de nuestra sociedad no se negocia, ellas para nada
cuentan, son una ganga para el Estado que las expulsa y otra
ganga para el Estado que la ilegaliza.
Las “exiliadas del neoliberalismo” que están fuera de su país,
lejos de su familia, de su universo materno (sus hijas o sus
hijos), viven en las afueras del lugar donde trabajan y ocupan
un “no lugar” en la sociedad donde trabajan y ocupan un “no
lugar” en la sociedad a la que sostienen.¿Si esto no es exilio,
entonces que cosa es?
Los derechos de las mujeres del mundo mueren en los aviones
Desde mi punto de vista de mujer feminista boliviana considero
que los feminismos diversos del norte están en una grave crisis
de lenguajes, de estrategias, de creatividad y de capacidad de
análisis de sus propias realidades.
En principio esto no parecería tan grave si nos sumamos a la
banal mirada de quienes parten del prejuicio de que en las
sociedades capitalistas coloniales como son las del norte las
mujeres hubiesen alcanzado varios derechos y ni sus vidas ni sus
conquistas estuvieran en cuestión. Es una especie de “verdad”
comúnmente aceptada asumir que las mujeres en las sociedades
europeas por ejemplo tienen un lugar en las sociedades más digno
y satisfactorio que en las sociedades del sur del mundo, que
tienen acceso a muchas oportunidades que las coloca en un lugar
de “igualdad” social inmejorable.
Yo parto de otra hipótesis, considero que todo lo “ganado” en
las sociedades del norte en acceso a educación, empleo, etc. por
parte de las mujeres no es sino fruto del propio liberalismo y
del propio capitalismo y no fruto de una politización especifica
o de una despatriarcalizacion social o económica de esas
sociedades. Al ser fruto y consecuencia de un capitalismo
colonial no solamente es frágil, sino que esta sujeto a
chantaje, esto quiere decir que lo primero que se tenga que
recortar desde los Estados o el aparato productivo será siempre
lo que les toco a las mujeres.
Por poner solo un ejemplo ya lo vimos en la Alemania oriental
que cuando se anexo a la occidental fueron las mujeres las que
perdieron infraestructura social, servicios y derechos que los
daban por conquistados.
Regresando al sujeto que nos ocupa “las exiliadas del
neoliberalismo”, la presencia de ellas en las sociedades del
norte desde nuestro punto de vista esta afectando la situación
de todas las mujeres incluidas las consideradas ciudadanas. Por
eso me parece un error pensar que la situación de las mujeres
migrantes es una situación especifica que debe ser analizada en
si misma y que es fruto de las taras machistas de las sociedades
primitivas del sur. Ese cierto paternalismo con que desde
organismos estatales de mujeres en el norte se mira la situación
de las migrantes es un indicador de la carencia de análisis del
papel social que estas mujeres están empezando a jugar en sus
propias sociedades y en sus propias vidas.
La presencia de estas mujeres esta alterando tres universos que
atinjen directamente a todas las mujeres: el trabajo domestico,
el vientre de alquiler, el matrimonio.
Veremos como a través de la presencia de estas mujeres de
segunda clase que no constituyen ninguna forma de ciudadanía
eclipsan no sólo los derechos de ellas en su condición de
migrantes sino que simultáneamente eclipsan los derechos de las
que si son consideradas ciudadanas, las mujeres españolas,
alemanas, etc.
El trabajo doméstico:
la clase media europea
que había eliminado el concepto de servidumbre y que tenia que
afrontar el trabajo domestico en términos de una negociación
diaria de distribución de responsabilidades entre padre, madre
hijos e hijas regresa a poder consumir un trabajo domestico que
raya en la servidumbre.
Que es protagonizado por una mujer, cuya presencia, bajos costos
de su trabajo y disponibilidad de varias horas de trabajo
revierte la responsabilidad domestica en manos femeninas en
términos que por lo menos se buscaba sino superar al menos poner
en cuestión.
La presencia de esta mujer del sur en medio de las familias
patriarcales europeas no aligera el peso del trabajo domestico
que recae en la madre, sino que reitera y subraya la
responsabilidad domestica como un trabajo de segunda y como un
conjunto de actividades que recaen sobre las mujeres, por su
condición de mujeres.
Los niños y las niñas se socializan bajo esos parámetros y
condiciones. Es verdad que esa “empleada doméstica” no es el
equivalente a la madre y que va a ser desdibujada por la familia
para racionalizar la servidumbre en la que es inserta. Es decir
se la folklorizara, se pondrán en evidencia de manera repetitiva
sus características étnicas, sus costumbres, etc. todo para
dejar claro que ella viene de otra sociedad, pero ninguna de
esas acciones tendrán el poder de paliar la equivalencia entre
mujer y trabajo domestico, entre trabajo domestico y
servidumbre.
El vientre de alquiler y las
niñeras 24 horas :
las bajas tasas de natalidad de
todos los países europeos considerados desarrollados son una
referencia en principio de una puesta en cuestión social de las
condiciones de la maternidad en esas sociedades. Simplemente las
mujeres en principio no desean ser madres, o no hallan que
siendo madres pueden además conservar trabajo, nivel de consumo,
etc.
Estos datos que son extremos podrían poner en cuestión las
condiciones para ser madres en una de estas sociedades. Sin
embargo, la disponibilidad incuestionable y total de las mujeres
que llegan desde el sur de hacer de madres sustitutas 24 horas y
o de entrar en transacciones de vientre de alquiler como
mecanismos de sobrevivencia y de “trabajo” nuevamente resulta
ser un mecanismo barato y fácil para disponer de ellas en el
cumplimiento de ambas funciones dejando las condiciones de
maternidad intactas simplemente porque han sido asumidas por
esta tercera.
El matrimonio
En síntesis aquellos lugares de subordinación de las mujeres e
incluso de servidumbre, lugares que las mujeres en España,
Alemania o Francia por señalar algunos países buscaban de
abandonar, de no asumir, etc. Son ahora asumidos por las mujeres
que vienen del sur del mundo, son asumidos como mecanismo de
sobrevivencia y son asumidos sustituyendo a cada una de las
españolas o alemanas u otras que no quiere hacerlo. Esta
sustitución de lugar de subordinación eclipsa los derechos de
ambas al mismo tiempo. Primero porque esa función de
subordinación sigue siendo femenina, es decir los hombres que
migran no asumen ese lugar y segundo porque lo hacen supliendo a
la “española” o a la “europea”. Esta función supletoria es la
termina significando el estancamiento de ambas.
Por cada mujer “española” que rompe un matrimonio porque lo
considera atentatorio contra su dignidad o sus expectativas de
vida, hay diez o veinte o treinta mujeres jóvenes
latinoamericanas o asiáticas o africanas dispuestas a cubrir ese
lugar en términos de mayor subordinación que su antecesora. Esta
suplencia esta basada específicamente en la necesidad de
sobrevivencia, el derecho masculino de sustituir una mujer
“igual a él” por una mujer “inferior a él” resulta ser
gratificante, cómodo, y excitante. Al punto que de este proceso
que reflejaba una crisis al interior de una institución como el
matrimonio ha derivado en la posibilidad y el “derecho
masculino” de comprar esposa vía Internet. Esta esposa comprada
no es sino la regresión reaccionaria a la forma de matrimonio de
hace más de cien años en plena post modernidad europea. En medio
de una democracia que pretende pintarse como modélica para el
mundo y con la autoridad moral de señalar la violación de los
derechos de las mujeres en las sociedades Árabes,
latinoamericanas, africanas, etc.
Es evidente que este proceso es acelerado que esta instalado en
la vida cotidiana de ambas sociedades y que va significando una
fosa donde quedan sepultados los derechos de unas y de otras.
Esto no sólo es una ironía sino que es un proceso reaccionario
que avanza rápidamente, un proceso donde el sur del mundo pone
las mujeres y el hambre y el norte pone los hombres y la
apropiación colonial de las vidas de estas mujeres.
ANEXO:
Lista INCOMPLETA de intereses españoles, suizos y otros
EUROPEOS UNIDOS en Bolivia
1.-
BANCO BILBAO BIZCAYA (ESPAÑA)
Administra en fideicomiso los fondos de las empresas bolivianas que fueron capitalizadas o privatizadas se trata de millones de dólares.
Administra también el 50% de los fondos de pensiones.
Administra en fideicomiso los fondos de las empresas bolivianas que fueron capitalizadas o privatizadas se trata de millones de dólares.
Administra también el 50% de los fondos de pensiones.
2.-
LA RED ELECTRICA DE ESPAÑA (REE)
es la accionista mayoritaria de la empresa transportadora de
electricidad en Bolivia.
3.-
IBERDROLA (ESPAÑA)
Maneja las distribuidoras eléctricas de La Paz y El Alto (Electropaz) y Elfeo (Oruro).
Maneja las distribuidoras eléctricas de La Paz y El Alto (Electropaz) y Elfeo (Oruro).
El Alto
y Oruro son de las ciudades más empobrecidas del país, con altos
índices de desempleo y falta de servicios básicos. Los costo de
un medidor de luz domiciliario oscilan entre los 150 y 200
euros.
4.-
SUEZ (FRANCESA) acaba
de rescindir su contrato de servicio de agua potable para La Paz
y El Alto, esto fue parte de una lucha muy larga sobretodo de la
población alteña. Algunos especulan con que la SUEZ ha cobrado
una indemnización de 5 millones de dólares por irse y calmar el
problema político…..el agua no es una mercancía sino un servicio
básico¡
5.-
REPSOL YPF (ESPAÑA)
tiene suscritos contratos de riesgo compartido para exploración
y explotación de hidrocarburos.
6.-
TOTAL (FRANCESA)
empresa suiza que opera yacimientos de gas de Sábalo e itau que
están entre los mas grandes del país en sociedad con repsol y
petrobras.
7.-
SHELL, (HOLANDA)
capitalizadora de transredes tiene inversiones en hidrocarburos.
8.-
PRISA (ESPAÑA) es
accionista del grupo de medios de comunicación que comprenden La
Razón y el canal ATB.
9.-
SANTILLANA (ESPAÑA) ha
obtenido millonarios contratos para la impresión de libros de la
Reforma Educativa a desmedro de las empresas bolivianas.
Nota
Este texto está
basado en una investigación de campo realizada con mujeres
bolivianas madres en las ciudades de Madrid y Barcelona en el
año 2004. El trabajo de investigación dio también como resultado
un documental de 50 minutos que puede ser solicitado al
siguiente correo electrónico:
mujerescreando@alamo.entelnet.bo
Para contactar con nosotras:
Virgen de los Deseos
Calle 20 de octubre n. 2060 entre Aspiazu y J.J. Pérez
La Paz – Bolivia
Calle 20 de octubre n. 2060 entre Aspiazu y J.J. Pérez
La Paz – Bolivia
[1]
Traje formal de uso occidental de los hombres.
[2]
Se trata de una cifra a nivel mundial, sin embargo en
Bolivia el % seguramente es mas alto, aunque no hay
cifras oficiales fiables.
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