http://www.mujerescreando.com/pag/articulos/2009/06-junio/mujerescreando.htm
MUJERES CREANDO, FEMINISMO DE LUCHAS CONCRETAS
Por:
Helen Álvarez
Virreira
Recorrer las calles de
la ciudad de La Paz
es hacer también un recorrido por la historia de Mujeres
Creando, un movimiento feminista anarquista que ha utilizado el
graffiti y la creatividad como sus instrumentos de lucha y ha
hecho de la calle su escenario principal. “Mujer que se
organiza no plancha más camisas”, “Porque Evo no sabe
ser padre, no entiende lo que es ser madre”, son algunos de
sus graffiti.
No se
consideran artistas, sino “agitadoras callejeras”. El grupo es
un referente social en Bolivia, es un referente de rebeldía e
interpelación al sistema patriarcal y a la violencia en todas
sus expresiones desde hace más de 15 años.
Interpelaron a los gobiernos neoliberales que sumieron a la
población en la pobreza y el desempleo, y, como consecuencia,
generaron la emigración masiva hacia Argentina y España,
especialmente de mujeres. Son las “exiliadas del
neoliberalismo”, como las denomina María Galindo, integrante
fundadora del movimiento.
Denunciaron y cuestionaron a mujeres que se decían feministas,
pero que fueron absorbidas por el aparato estatal para
convertirlas en funcionales tecnócratas de género y en “oenegistas”
que lucraron con la pobreza y cooptaron a mujeres de diferentes
sectores para hacerlas sumisas beneficiarias. “El
neoliberalismo ahora se disfraza de mujeres angurrientas de
poder”, escribieron entonces en las paredes.
Interpelan ahora al gobierno de Evo Morales de quien dicen ha
dejando que se desmoronen todas las expectativas de un verdadero
cambio social en Bolivia.
La Asamblea
Constituyente
fue una conquista de la revuelta popular de octubre de 2003. Sin
embargo, la nueva Constitución Política del Estado, dictada
desde el Palacio de Gobierno, frustró las esperanzas.
El patriarcado,
representado por instituciones como
la Iglesia
y las Fuerzas Armadas, está intacto. Para las mujeres no hay
soberanía sobre sus cuerpos ni tampoco se ha recuperado la
maternidad, dos propuestas, entre muchas, de Mujeres Creando a
la Asamblea
Constituyente.
Por eso escribieron en las paredes “No saldrá Eva de la costilla
de Evo”.
“Indias, putas y lesbianas,
juntas, revueltas y hermanadas”
La propuesta política
de Mujeres Creando, estampada en las paredes, ha transgredido
todas las imposiciones y convencionalismos del sistema: la
organización se basa en la heterogeneidad, la autonomía respecto
de todo tipo de expresión de poder, integración de lo público
con lo privado, el trabajo intelectual a la par del trabajo
manual y la creatividad. Todo esto se concreta en luchas
concretas que día a día se ven a su casa autogestionaria “La
Virgen de los
Deseos”.
El movimiento se caracteriza por haber construido relaciones
insospechadas e insólitas entre diferentes, y haber generado así
un amplio tejido de solidaridades, de identidades y de
compromisos. Esto, en sí mismo, ha cuestionado a las típicas
organizaciones entre iguales. Sus integrantes son lesbianas y
heterosexuales; casadas, divorciadas y solteras; estudiantes y
profesionales; indias y cholas[1];
viejas y jóvenes, trabajadoras del hogar y mujeres en situación
de prostitución. Su apuesta es construir un sujeto social desde
las mujeres que interpele al poder en todos y desde todos los
ámbitos.
El movimiento nació en
1992 como Comunidad Creando, en un barrio de la periferia de la
ciudad de La Paz;
ese mismo año se convirtió en Mujeres Creando con una propuesta
de feminismo no racista que cuestionaba a una élite de mujeres
privilegiadas que separaba lo público y privado, y el trabajo
manual del trabajo intelectual. Interpelaron también a la
izquierda en la que militaron las primeras tres integrantes del
grupo y que colocaba a las mujeres en una posición de objeto, y
recuperaron más bien el anarquismo practicado por hombres y
mujeres bolivianas a inicios del siglo 20.
Desde
sus inicios, el grupo participó de los encuentros feministas
internacionales donde se nutrió de diferentes vertientes del
feminismo y así pudo ir construyendo su identidad ideológica con
el aporte de todas.
“Desobediencia, por tu culpa
voy a ser feliz”
La fuerza social de
Mujeres Creando se puede ver en tres momentos de su historia. En
1997, una huelga de hambre instalada por el movimiento feminista
fue decisiva para la liberación de la mexicana Raquel Gutiérrez,
encarcelada sin sentencia durante cinco años por alzamiento
armado. Con ese antecedente jurídico, 15 días después fueron
puestos en libertad todos los presos y presas acusados de
subversión que sufrían retardación de justicia, entre ellos se
encontraba el actual vicepresidente de la República
Álvaro García Linera.
En
2001, coordinó una movilización de más de 100 días con la
organización de pequeños deudores, que aglutinaba a más de 15
mil personas víctimas de la usura bancaria y de organizaciones
no gubernamentales que otorgaban microcrédito —a tasas de
interés de más del 70 por ciento— con dinero de donación. La
protesta develó prácticas abusivas contra gente, especialmente
mujeres, de bajos ingresos.
En
octubre de 2003, el movimiento instaló una huelga de hambre
exigiendo la renuncia del entonces presidente de Bolivia Gonzalo
Sánchez de Lozada; más de 400 personas de la clase media y alta
de todo el país siguieron la medida, que fue determinante para
caída del mandatario, luego de la revuelta protagonizada por los
sectores más empobrecidos de la sociedad.
“Queremos todo el paraíso,
no el 30% del infierno neoliberal”
Tras su nacimiento,
Mujeres Creando necesitaba tener un espacio propio para ir
generando un espacio social. En 1993 se abrió “Carcajada”, el
primer centro cultural feminista y autogestionario en la ciudad
de La Paz,
dirigido al público en general. La sociedad paceña no entendió
en ese momento el concepto de un espacio de mujeres, hasta hubo
gente que intentó identificarlo con un burdel, por lo que el
movimiento vivió una ola de hostilidad durante más de un año.
Sin
embargo, “Carcajada” se consolidó como un lugar para aprender
entre todas a construir una práctica social de articulación del
trabajo manual, el trabajo intelectual y el trabajo creativo
cultural. Ahí surgieron los primeros graffiti, que ya han sido
compilados en dos libros —“Grafiteadas” y “Mujeres Grafiteando”—
y también el periódico feminista Mujer Pública que tiene más de
100 números. Además, Mujeres Creando ha producido más de 10
publicaciones, entre las que podemos mencionar “Machos, varones
y maricones” y “Ninguna mujer nace para puta”.
La producción
literaria de Mujeres Creando se distribuye directamente en su
sede, pero también en los espacios de “intelectuales” que el
movimiento cuestiona. Ese es el caso, desde hace diez años, de
la Feria Internacional
del Libro de la ciudad de La Paz.
Este año, por primera
vez el grupo participó en
la Feria Internacional
de Libro que se realiza en la ciudad de Santa Cruz. Con el
graffiti “Civismo rima con fascismo” a la entrada del puesto,
Mujeres Creando interpeló a la élite política de esa urbe, y
abrió un espacio de discusión para las mujeres que viven bajo la
fuerte presión de la industria de la belleza que se ha instalado
en esa región oriental del país.
El
movimiento feminista también ha incursionado en la producción
audiovisual con dos series —“Creando Mujeres” y “Mamá no me lo
dijo”—, dirigidas por María Galindo, que contaron con el
respaldo de la cadena privada Periodistas Asociados en
Televisión (PAT) y, luego, con la televisión pública. Ambas
series fueron difundidas internacionalmente en algunas de las
incontables actividades en las que participó Mujeres Creando en
diferentes países de América y Europa.
“En árabe, aymara y
castellano, mujer quiere decir dignidad”
El año 2005 Mujeres
Creando inaugura “La Virgen
de los Deseos”, una casa autogestionaria que se constituye en un
centro de formación de pensamiento feminista, de generación de
actividades económicas y de construcción de relaciones de
solidaridad con mujeres y hombres.
“La Virgen”
es una casa donde las luchas concretas se ven a diario y en la
cual un grupo de mujeres realiza diferentes actividades que
ayudan a sostenerla, desde vender libros y artesanías, hasta
servir almuerzo y atender un alojamiento donde se alquilan
habitaciones a personas extranjeras que quieren conocer el país
o saber más de Mujeres Creando. En este espacio también se
recibe a movimientos sociales, como el de las mujeres en
situación de prostitución que realizan ahí sus encuentros
nacionales, y hay una habitación solidaria para mujeres víctimas
de violencia.
En la
casa también hay atención médica gratuita, biblioteca escolar,
librería, servicio de Internet, sala de videos para la
exhibición de películas feministas, aulas para la realización de
talleres y un amplio comedor donde se realizan tertulias
políticas y culturales.
Pero
“la casa de las Mujeres Creando” es mucho más. Cobija a “Mujeres
en Busca de Justicia”, un servicio legal directo y sin
burocracia, que apoya a mujeres que han decidido salir del
círculo de violencia. En un año de funcionamiento se han
atendido más 800 casos.
Allá
también se encuentra la guardería “Mi Mamá Trabaja”, un proyecto
pedagógico feminista pensado para mujeres con proyectos de vida
y en especial para trabajadoras del hogar y mujeres en situación
de prostitución. Es el único espacio con tres turnos: mañana,
tarde y noche. Ahí también niños y niñas reciben apoyo escolar.
El otro gran sueño que
se hizo realidad en
La Virgen
de los Deseos es la “Radio Deseo”, el primer “medio social de
comunicación” que le está dando un giro a la manera tradicional
de hacer radiodifusión en Bolivia y que puede escucharse a
través de la web: www.radiodeseo.com
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